domingo, septiembre 13, 2015

Casanare olvidada: jornadas de salud

Una de las cosas que enseñan en administración sanitaria es el de que los gobiernos, en sus políticas de salud, deben fortalecer los programas por sobre las jornadas, ya que éstas últimas son espasmódicas, temporales y no solucionan realmente los problemas.
Los pueblos y comunidades indígenas, especialmente en Latinoamérica son los grandes ganadores de las jornadas y éste es otro ejemplo de ello.
El departamento de Casanare, Colombia, reseña este nota, a pesar de ser un programa de salud gubernamental, Maternidad Segura, no llega a todos los rincones del país, como según se admite. Se hace una jornada especial, el diagnóstico a la población atendida, se entregan tres o cuatro cosas y hasta ahí llega todo.
Allí existe el resguardo indígena de Caño Mochuelo, donde conviven diferentes etnias del país, como Masiguane, Chipos, Yamaleros, Wipiwui, Yaruros, Cicuanes, Sáliba y Amorúas, los cuales están catalogados como étnias en vía de extinción
¿Cuántos ejemplos hay como estos en Latinoamérica?

Fuente: Llanera
Imagen: Lenguas de Colombia.

Médico indígena maká graduado en Cuba desea mejorar calidad de vida en su comunidad

Esta reseña apareció en el portal web Crónica, de Paraguay, la nota sobre el médico Soxchi Benitez, de la comunidad Qemkuket, en Paraguay,, quie, luego de hacer medicina en la ELAM, Cuba, desea retornar a su comunidad y poder ejercer el arte de la medicina con sus hermanos y hermanas.
Tiene los problemas comunes a todas los pueblos indígenas: el banadono de las instalaciones médicas.
“Me preocupa el puesto de salud de mi comunidad, es muy pequeño, las puertas están viejas, rotas, no tienen candados y eso apeligra a los niños que pueden acceder fácilmente a los pocos medicamentos que hay allí e intoxicarse, hace falta más trabajadores de salud y por supuesto medicamentos”
El 2 punto es el del apoyo del gobierno para estudiar: “Es necesario visitar las comunidades y saber también qué es lo que los jóvenes quieren, si quieren quedarse allí o venir a la capital a estudiar. Creo que debería existir un alojamiento para los jóvenes que quieran superarse viniendo a la capital a estudiar distintas carreras, y cubrir los gastos de alimentación y pasajes, que es la parte más difícil para terminar los estudios”
Y el 3 es el de la barrera del idioma para estudiar: “ellos tienen una educación muy distinta a nosotros y si recibimos la misma, podemos acceder a las mismas oportunidades”
Toda la nota en:
Crónica de Paraguay
La Nación



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